De lo que fue.

En este momento...

En casa Fecha y hora: Jueves 28 de febrero, 23:00Hrs.

Estado de ánimo: Melancólico.

Canción: Holocaust-Placebo
Clima: Noche Templada.

No soy de ningún lugar, los verdes jardines de la infancia y las lombrices devoradas, las pelotas multicolores extraviadas y los juguetes rotos, las mañanas tediosas de cereal con leche y los horarios rigurosos, echo de menos a mis mascotas muertas, me niego a cantar y sobretodo a tener la mano firme al saludar a la bandera, quisiera tener siempre un pretexto creíble para la tarea olvidada, creía en las lecciones de pizarrón mas aun creía en el impedimento del ser y la decidía matinal, se hacia lo que se debía y al final del día era recompensado con la sonrisa más sincera de la vida.

De esas tardes de fin de curso que se mira como el amor de la vida se desvanece a la distancia, uno quisiera adivinar el futuro y decir “nos encontraremos algún día”, la textura interior del primer beso, la ingenua creencia que todos serán igual, nunca imagine que algún día no podría recordar todos los nombres de las protagonistas en tan escrupulosa labor, quisiera recuperar los días con olor a tierra mojada, de las noches largas de luna triste y la ingenuidad de creer que el tiempo es eterno y se puede ser feliz para siempre

Los argumentos exigen veracidad comprobada, sé que falle, quizá lo entendí mal, he tropezado con la sombra del pasado, lo hare repetidamente hasta caer en mi propia oscuridad, me derrumbe en el rincón donde no cesa la llovizna y la noche es interminable, de arboles deshojados que se saben muertos y se niegan a ceder ante la ira del azar, ¿Qué fue lo que olvide? los combates cada vez duran más, se hacen pesados y siempre termino con heridas fatales que tardan en sanar, ¿será que me estoy suavizando o sólo es la época llena de pasiones?

La dama de rostro blanco me mira con compasión, ya no espera nada de mí, sabe que he entregado todo, esta cansada de esperar el cálido amanecer de monstros destrozados sobre la acera que un día le prometí, hace tiempo no espero nada y no tengo donde ir, me he convertido en una bestia hambrienta de excesos y emociones pasmosas que teme al ruido interior y a la llegada del sol, sé que ella morirá antes que yo, ella nunca podrá creer en la incondicional soledad, la belleza del bisel y las celebraciones de tres días, sin embargo sabe que la amo, y no me pidas perdón, igual te devorare cuando te desplomes.

Quizá algún día redimiré las faltas, me negare como el eterno idealista de lo imposible, no esperare más al autentico afecto y aceptare su estúpida y cursi idea del amor, de ese que se escribe en una línea, del temeroso que se alimenta del sexo e inseguridad, poseeré y asfixiare a cualquiera que me brinde la más leve sonrisa por cualquier pretexto, cual mono cilindrero recitare mi más bella melodía para conmover el espíritu de los incautos, seré el perfecto imbécil que todos quieren por hablar sin decir nada, su leal perro de ojos grandes, el estúpido inofensivo que te hace reír, de cualquier modo un IQ elevado solo me ha servido para presumir.