Renuncio!

En este momento...

Ocioso en el trabajo

Fecha y hora: Sábado 2 de febrero, 2:00am

Estado de ánimo: Nostalgico.

Canción que escucho: Ninguna.

Clima: Madrugada templada.

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El sádico radio matra con la pila genérica agotada hace su acostumbrado piib piib, es una de esas cosas que adquiere importancia con el tiempo, de ser inadvertido se convierten en una molestia tediosa y enervarte, pero no tanto como el teléfono que no se cansa de sonar, a veces me parece se lamenta y otras veces suena más a carcajada, en varias ocasiones a interrumpido alguna idea oscura o un pensamiento ocioso, sin embargo, nuestra relación aun no es enfermiza, sólo somos un tanto complicados.

Trabajar veinticuatro horas no es lo que los médicos recomiendan, pero ellos no siempre tienen razón, sin embargo no es difícil, las primeras veinte horas son franqueables pero las ultimas cuatro son realmente insufribles, el amanecer pierde su delicadeza hasta para el más estricto sentimental, me era imposible conciliar el sueño por la noche y es por ello que comencé a escribir, en este empleo era perfecto yo no podía dormir y no debía de hacerlo, lo malo lo convertí en bueno, sin embargo el insomnio cambio de horario al igual que yo, me era imposible dormir por la mañana/tarde a pesar de necesitarlo, como siempre seguiré siendo el juguete favorito de Dios.

Reportan a varios jóvenes haciendo bullicio y alcoholizados en la vía publica, indica a una pareja dentro de un auto manteniendo relaciones sexuales, exige se controle una pelea callejera colectiva y sugiere por la moral publica se detenga a un sujeto que corre desnudo por calle jugando con sus genitales, no dejo pensar, ¡que tipos más divertidos! y pienso ¿por qué no cambiar de lugar? A mi que me encanta andar ebrio por las calles solo o con mis amigos de farra, yo no tengo auto pero puedo hacer variaciones interesantes de tener sexo en la vía publica, y una buena pelea nunca esta de más para aligerar el estrés o simplemente por placer y ante todo deseo correr desnudo y jugar con mis genitales, por la libertad y por que soy un pervertido confeso.

¿Qué me das a cambio?... El gusto de ser un solitario real y no sólo un ignorante antisocial que se siente solo y no puede vivir ni consigo mismo, costee una vida moderada y hasta placentera, lo bueno siempre cuesta, el costo de los compromisos y de ser puntual, puntual – triste, puntual – enojado, puntual con resaca, puntual – cansado, a veces más cansado de mi mismo que de la vida, pero siempre puntual.

Con el estrés, malos hábitos alimenticios y cuatro visitas a urgencias por gastritis, después de dos años y medio es hora de partir, no por agotamiento, es sólo que estoy muy aburrido y ya no hay nada que aprender, solicite mi renuncia y fue consentida para fines de mes con algunos reproches, otra vez seré libre de tener cabello largo y piercing en la lengua, con excepción de mis miedos y prejuicios seré totalmente libre, no seré un paria por mucho tiempo, aun asi creeré en el tiempo infinito y el futuro inalcanzable.