Estoy vacío.

Los desvergonzados truenos me excitan por la noche, con pocas opciones debo de levantarme por agua, a orinar o mirar por la ventana, lo que sea es buen pretexto, nunca he requerido de razones heroicas para divagar un rato, me muevo por aquí y me muevo por allá, piso una cosa pegajosa del piso que yo mismo habré tirado, ¡maldita sea! culpo al karma y el azar, y a mi estupidez por no encender la luz, con el estomago desbordado me dispongo a regresar a la cama pero el espejo me obliga a sentarme frente a el, no he cambiado desde hace unas horas que me mire, sigo siendo el mismo cretino de hace unas horas, eso es buena señal de que los sueños ya olvidados no han interferido con la realidad, me miro mas detenidamente y me percato que estoy vacío, pero eso ya lo sabia, el perverso espejo seguramente me jugó una treta para hacerme pensar en alguna estupidez, hago algunos gestos y finalmente me sonrió un poco y vaya que es la sonrisa mas sincera desde hace mucho tiempo.

Una hormiga pasa al lado mío y me exige mirarla y perseguirla hasta la cosa pegajosa que ya pise, ella si sabe lo que debe hacer no duda ni titubea en lanzarse feroz contra la pegajosidad, y me pregunto seriamente ¿Dónde demonios esta la cosa pegajosa que a mi me toca en esta vida?, debo intentar ser menos animal y más hormiga desde hoy, sin embargo por lo pronto debo de hacer algo bueno por ellas que me enseñaron una lección, como un pesado bloque mi dedo se pone arriba de la primera victima de la noche y cae pesado arrebatando su vida, después la segunda, al darse cuenta del ataque intentan huir pero ellas no saben que ya es inevitable y solo un poco de coherencia dentro de mi las puede salvar, pero como siempre eso no sucede y todas son destrozadas, en esta ocasión no fue culpa de mi inclinación e instinto genocida que no puedo evitar y esta mas vivaz por la madrugada, solo fue porque ya era algo tarde y debían de estar soñando, además cargar la pegajosidad a esas horas y por tan largo trayecto seria cansado para ellas, pero no ha pasado nada, mañana las remplazara otro grupo de trabajo, en verdad no tienen que agradecerlo era lo menos que podía hacer por ellas, además es un placer servirlas.

Percibo unas risitas que provienen de fuera, discretamente corro un poco la cortina y descubro a un par de jóvenes ella mujer y el hombre, juguetean por la madrugada debajo de la llovizna como un par de enamorados, me recuerda a mí cuando era joven y atolondrado, me pregunto ¿Cuando perdí la ingenuidad que proporcionaba tan fácil felicidad? aun asi a veces la encuentro escondida en una vieja canción, un conocido aroma o una corta frase en la ultima hoja de un viejo cuaderno, ellos siguen jugueteando fuera de mi ventana, juegan a detener el tiempo y hacer contratos invisibles a perpetuidad, ella creerá que lo tiene todo y él pensara en que color de pantaleta lleva ella, estoy jodido y tengo frió, dejare a los tórtolos sin testigos o a la vista de algún otro desocupado vecino, yo estoy muy cansado para esta trivialidad, además no creo que tengan sexo en la calle o la golpee a vista de todos, con sus pequeñas variantes de antemano sé como terminara, historias asi son comunes en épocas lluviosas, pero sin duda no dejo de preguntarme: ¿a donde se va el tiempo?... mí tiempo.


De regreso a la alcoba ella ha invadido mi lado de la cama, ella que no recuerdo su nombre y que me dijo hace unas horas que la conocí, pero la llamare Susanita solo para fines prácticos, Susanita pregunta: ¿A dónde fuiste? verazmente y sin propósito de prolongar la charla solo contesto "A matar hormigas y recordar tiempos de cuando era más estúpidos de lo que soy ahora" Susanita solo carcajea y levanta un poco el edredón invitándome acostarme, como si nada hubiera pasado, como si no hubiese invadido el lado izquierdo de la cama, sacando fuerzas de mi gran corazón accedo de buena gana y me acuesto con los brazos en la nuca, Susanita me abraza y juguetea con uno de mis pezones, sin lugar a dudas supongo que desea un oral o alguna otra arte amatoria, pero ya me cepille los dientes, hacerlo seria como retroceder en lo ya ganado, solo la abrazo un poco en señal de afecto, ella tercamente insiste tomando a fruncio con su mano, yo no deseo exagerar ni hacer bullicio, pero me esta impacientando, viene a mi mente el recuerdo de la niñez cuando destripaba sapos, y no deseo decir nada con ello, no es que quiera aplicar la vieja técnica, beso su frente y le digo lo linda que esta en esta noche en particular, y eso es cierto es linda, aunque necesitaría haberla conocido almenos una noche mas para que fuera del todo veraz, me volteo procurándole la espalda, ella me cuestiona si la amo, examino sus ojos en la penumbra y le contesto sencillamente: "Dejemos el amor para los enamorados", estoy muy cansado espero soñar ligero y despertar tarde. Mañana a primera hora me disculpare con los ofendidos y perdonare a todo el que me perdone.